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Los errores más comunes de la Gestión del Talento (2da parte)

Experiencias personales

Publicado: 2013-08-30


Alguna vez se han preguntado ¿por qué no sienten compromiso con el jefe que tienen? La mayoría de veces la respuesta es más sencilla que profunda. La poca interacción que tienen algunos jefes con las personas que gestionan (a menos que sea por temas de trabajo), los hace padecer del Síndrome del Jefe ausente.


Está demostrado científicamente que las personas se sienten más felices y motivadas cuando segregan mayor cantidad de oxitocina y dopamina respectivamente; y existen personas que se relacionan con nosotros que nos hacen segregar buenas cantidades por su carisma, empatía y real preocupación en nosotros. Esta relación es la que se pierde cuando el jefe está ausente de esta interacción. Uno de los errores más comunes en la Gestión del Talento es no influenciar en los gestores de personas a interactuar mejor con sus respectivos equipos. Y estas son las características a medir cuando una persona va a ser promovida: la influencia, empatía y real preocupación por el otro. Una persona que no cuenta con estas características está condenada a hacerlo mal siempre, y estas competencias son por lo general educativas y vienen por experiencia, no hay una universidad donde aprenderlas.


Otro gran problema que se ve mucho en la Gestión del Talento, es la poca comunicación que existe con el grueso de la empresa. Incluso viví una experiencia por demás paradójica cuando en un medio informativo publicaron el cambio de empresa de una gerente de RRHH de nuestra empresa y nuestra división se enteró por ese medio de la renuncia, lo cual nos dejó con más dudas que certezas. Un anacronismo total dentro de una empresa “de prestigio” y dentro del área de Recursos Humanos.


En el mundo de hoy, donde la información se encuentra al alcance de cualquiera y donde la velocidad de transmisión de la misma ha pasado de días a segundos, es difícil pensar que la comunicación se debe quedar sólo en un grupo de personas. Es cierto que no todo se puede compartir como información, pero los cambios que afectan a las empresas directamente son las primeras que deben ser comentadas de forma objetiva y sencilla. El ocultar información no hace sino crear un clima enrarecido que dispara una serie de rumores que luego son difíciles de callar.


Finalmente, para terminar este segundo artículo de los errores más comunes de la Gestión del Talento nos referiremos al liderar con el ejemplo. Para un líder en Gestión Humana es una obligación liderar con el ejemplo, y con esto nos referimos a la idea común de expresar que “lo que uno haga fuera del trabajo, es su vida privada y no nos debería importar”. Hagamos un alto en esto para analizarlo. Nadie es perfecto, por lo que nuestra gestión no puede ser perfecta tampoco. Sin embargo, debemos aceptar nuestra imperfección para mejorar. Uno no mejora lo que no sabe que le falta o hace mal. Con la vida personal es igual. Incluso la teoría sistémica de la psicología hace referencia que si uno tiene problemas en su vida personal, lo demostrará de alguna forma en las demás áreas de su vida o el deseo consciente de ocultarlo, le quitará energía y afectará igual.


No se trata pues de ser perfecto, si no que hacer coherente su propia existencia entre lo personal, profesional, familiar, etc. El ejemplo hacia los otros parte del hecho de saber que el error existe, que es parte de crecer y mejorar. Una persona que me lideró alguna vez me decía que lo único que no aceptaba era el error y yo le respondí que sí eso era así, entonces niega la existencia humana, porque el ser humano es imperfecto. Obvio que me gané una mirada fulminante, pero no importaba porque tenía que dejar claro que yo pienso completamente diferente y así lideraría a mi equipo.


Por eso antes de buscar trascendencia, es necesario buscar coherencia. Uno no puede decir que es experto en networking si jamás se relaciona con personas de su profesión por ejemplo. En la Gestión Humana, los teóricos hace mucho quedaron de lado, la teoría te ayuda a tener una mirada global, pero si no practicas no vale de nada lo que aprendiste. Si no lideras con el ejemplo, tarde o temprano las personas que diriges no te valorarán como un Gestor de Personas y tu influencia / liderazgo quedará mermado.


Escrito por

Christian Roncal

Bloggero en temas de Atracción, Selección y Redes Sociales. Cronista.


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